La llegada del buen tiempo supone también la llegada de excursiones en el colegio de varios días fuera, campamentos de verano… Y claro, si sois padres “primerizos” en este tema, puede que os surjan algunas dudas, la más importante y la que más os puede llegar a inquietar es saber si vuestro hijo o hija está preparado para dormir fuera de casa sin sus padres. Tranquilo porque aquí te damos algunas pautas para saber identificar si el niño está preparado para disfrutar de unos días de desconexión fuera de casa.

Edad

Si hablamos de edad, no podemos referirnos a una edad exacta para decir que nuestro hijo ya puede irse de excursión tranquilamente. Igual que ocurre a la hora de empezar a hablar, a andar, a leer, o a otras muchas cosas por las que ya habéis pasado y que fueron su primera vez, cada niño es un mundo y no hay una regla genérica.

Lo más importante a tener en cuenta es saber si nuestro hijo ya es independiente para ciertas cosas muy básicas, como comer o vestirse él solo.

Poco a poco

No quieras que la primera experiencia del niño sea directamente dormir fuera de casa porque puede que, entonces, tengas que dar el viaje hasta el lugar en el que se encuentre para recogerlo. Lo mejor es ir probando poco a poco con actividades diarias fuera de casa, pero que vuelvan a dormir a casa, como nuestros programas de estancias durante una jornada, y, después, dejarle dormir en casa de algún amigo o amiga para ver qué tal se desenvuelve fuera de casa y con adultos que no son parte de su familia. Si consigue superar esta prueba, no tienes de qué preocuparte porque se vaya unos días de campamento de verano o a una excursión en el colegio.

Escuchar a los niños

Es fundamental que escuchemos con atención lo que nos dice nuestro hijo. Si él o ella insiste en que hay una excursión a la que van a ir sus amigos, ¡déjale ir! Si no quisiera ir, seguro que serían los primeros en decirlo. Los niños son muy listos y son perfectamente conscientes de qué pueden hacer y qué no o qué no les apetece hacer. Eso sí, antes de lanzarte a la piscina y apuntarle, siéntate a hablar tranquilamente con él o ella y explícales en qué consiste la excursión o el campamento, porque pueden que tengan una visión equivocada. Si están ilusionados y preparados, lo verás rápidamente en sus reacciones.

Una experiencia de este tipo enriquece y ayuda a crecer emocionalmente y personalmente a los niños. Si están preparados para dar el paso ¡apuntadles! Disfrutarán como nunca.

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