Lo que más gusta a los niños que vienen a visitarnos en esta época del año es la piscina, sin duda alguna. El agua tiene ese algo que atrapa a (casi) todos los niños. Pero la piscina es mucho más que jugar, aporta beneficios a los niños que, además de divertirse con diferentes juegos, también practican deporte y, como ya os hemos contado en otro post, el deporte es muy beneficioso para todos y, sobre todo, para los más pequeños.
Hoy os vamos a contar cómo mezclar el deporte con la diversión para que los niños disfruten en la piscina jugando mientras hacen ejercicio, pero, sobre todo, mientras se lo pasan en grande con sus amigos.
Carreras en la piscina
Seguro que, si le dices a tu hij@ y sus amigos que se metan en la piscina y se hagan unos diez largos, no te hagan ni caso, pero… ¿y si convertimos la natación en un juego divertido? Hacer carreras en la piscina hará que naden o hagan buceo mientras se divierten. Las carreras pueden ser de relevos o individuales y puedes hacer que sean nadando a braza, hacia atrás, a mariposa, buceando… ¡Existen muchas modalidades! Pueden empezar en el agua o tirándose de cabeza. Lo dejamos a vuestra elección.
Bailar en el agua
¿Quién dijo que no se podía bailar en el agua? Pon una de las canciones del verano (que seguro todos se saben de memoria) y déjales unos minutos para que se inventen un baile en el agua. Después, por grupos o de manera individual, según sea el baile, que lo enseñen al resto de compañeros. Será una especie de “natación sincronizada”. ¡Y podemos elegir después entre todos quiénes son los ganadores!
Busca el objeto perdido
Un clásico que le encanta a todos los niños es el de tirar objetos al fondo y después buscarlos. Puedes lanzar pinzas de la ropa, aros pequeños… cualquier cosa que se hunda y, después, que se lancen todos a buscarlos. ¡El que más objetos encuentre será el que gane!
Es muy importante que, si estás con un grupo de niños y quieres hacer alguno de estos juegos, te asegures que todos saben nadar o que llevan cualquier objeto que les mantenga a flote en el agua. Además, antes de empezar, habla con ellos tranquilamente y explícales todo lo que no pueden hacer en la piscina mientras juegan como, por ejemplo, correr por el borde o empujar a los compañeros ya que es peligroso y se pueden hacer daño.
Estas son solo algunas propuestas de las muchas posibles que podemos hacer en un día de piscina. ¿Se te ocurre alguna más que sea imprescindible en tus tardes de agua? ¡Cuéntanoslo!